Foto: Trencadís (cerámica fragmentada) en el Parc Güell de Barcelona

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jueves, 6 de noviembre de 2014

A través de los ojos


Rene Magritte, Falso espejo (1928)


Creo que el pintor debe ser atravesado por el universo y no querer atravesarlo.

Max Ernst 


La razón, y por la razón él (W. Blake) entendía las deducciones que partían de las observaciones de los sentidos, nos ata a la mortalidad porque nos ata a los sentidos, y nos separa a unos de los otros al mostrarnos nuestros intereses en conflicto; pero la imaginación nos separa de la mortalidad mediante la inmortalidad de la belleza, y nos une a todos al abrir las puertas secretas de todos los corazones.

W. B. Yeats, William Blake y la imaginación


Si pasáis más allá de la forma, oh amigos, encontraréis el Paraíso y rosaledas dentro de las rosaledas.
Cuando hayáis roto  y destruido vuestra propia forma, habréis aprendido a romper la forma de todo.
Después de eso, romperéis toda forma, como Haydar ('Alî), quitaréis de en medio la puerta de Khaybar.

Rûmî


Sigo en esta entrada con otros fragmentos de El fuego secreto de los filósofos de Patrick Harpur. Aquí, dentro de un discurso crítico con la herencia dejada en nuestras conciencias por el materialismo científico surgido a partir de Descartes, escribe sobre la "doble visión", tema referido en diversas ocasiones por el autor cuya finalidad sería escapar de la visión plana y excesivamente literal del mundo que nos rodea, ciega a toda metafísica y a lo que no puede ser registrado por los sentidos e instrumentos de observación.


Del revés
(fragmentos)
por
Patrick Harpur


(...) Peer Gynt y los trolls

Estas oscuras ventanas del alma de la vida
desvirtúan los cielos de extremo a extremo
y te llevan a creer una mentira
cuando miras con los ojos, y no a través de ellos.

Estas líneas de Blake apuntan con precisión al defecto fundamental de la conciencia postcartesiana moderna: su literalismo. Ver sólo con los ojos es ver el mundo con una visión simple, únicamente bidimensinal, literal. Ver el mundo a través de los ojos es cultivar lo que Blake llamaba "doble visión", que percibe con una profundidad mayor y capta lo metafórico, más allá de lo literal. La visión simple ve el sol solamente como sol; la doble visión lo ve también como una hueste celestial. Necesitamos la doble visión para ver a los dáimones; para ver que son reales, pero no literalmente. Por desgracia, nuestra mente se ha vuelto tan literal que la única realidad que reconocemos es la realidad literal, que, por definición, excluye a los dáimones.
Pero la realidad está lejos de ser intrínsecamente literalizada. Es literalizada por la perspectiva peculiar de nuestra conciencia moderna. Es peculiar, pues es la única perspectiva que pretende no ser en absoluto una perspectiva, sino la verdadera visión del mundo real. De hecho, ha perdido la perspectiva, porque "perspectiva" significa "ver a través", y no consigue ver a través de sí misma. Tan fuerte es la literalidad de nuestra visión del mundo que es casi imposible para nosotros comprender que es exactamente eso: una visión, y no el mundo. (...)
Por otra parte, el literalismo escinde la doble visión en una visión polarizada; no sólo literaliza este mundo, sino también, por decirlo así, el Otro Mundo. En la obra de Ibsen Peer Gynt, el héroe epónimo -un poeta típico- es capturado por los trolls y conducido a su guarida de la montaña. El rey troll ensalza las virtudes de la visión de los trolls que, por ejemplo, ven hermosas doncellas en lugar de vacas. Si Peer accede a que le hagan una operación sencilla en sus ojos, también su visión se podría transformar en visión troll. Peer se niega con indignación. "Está perfectamente dispuesto, dice, a jurar que una vaca es una hermosa doncella, pero quedar reducido a la condición de no poder distinguir la una de la otra, a eso nunca se someterá".


 Peer Gynt es llevado ante el rey de los trolls en una ilustración de Arthur Rackham


Peer se niega a renunciar a la doble visión del poeta. Pues ver siempre las vacas como hermosas doncellas es como poder ver solamente la hueste celestial y no el sol. En ambos casos somos víctimas de la visión simple, del literalismo, como cuando únicamente vemos las vacas solamente como vacas, desprovistas de sentido y de posibilidades metafóricas.

La salvación a través de la ciencia

No podemos ver el mundo salvo a través de alguna perspectiva o estructura imaginativa, en pocas palabras, a través de algún mito. En realidad, el mundo que vemos es el mito en el que estamos. Podemos elegir el mito a través del cual podemos mirar, pero no podemos renunciar a mirar a través de alguno. Es sumamente difícil llegar a ser consciente de que el mundo realmente es nuestro mapa, nuestro esquema del mundo; y ésa es la dificultad que entraña el hecho de ver a través de nuestra propia perspectiva. Pero si no lo hacemos, nos quedamos ciegos con una sola versión del mundo. La literalidad es una ceguera de este tipo.
Y por eso el primer ideal científico de un empirismo puro, de una reunión de hechos enteramente objetivos, no es posible ni siquiera deseable: simplemente, la ciencia no puede actuar sin ningún principio de selección de los hechos, sin algún mapa mental. Los científicos que ridicularizaron la noción de que las piedras caen del cielo o que los continentes cambian de sitio, carecían  de un mapa del mundo que concediera lugar a los meteoritos o a la idea de la deriva continental. En esos casos, los mapas acaban cambiando. El peligro surge cuando nos negamos a alterar el mapa.
James Lovelock habla del escándalo que supone el hecho de que, a pesar de las enormes sumas de dinero gastadas en satélites, globos y mediciones aeronáuticas, los científicos no habían sido capaces, sin embargo, de predecir o descubrir el agujero en la capa de ozono. En realidad sus instrumentos estaban programados para rechazar los datos que fueran sustancialmente diferentes de las predicciones modelo. Los instrumentos detectaron el agujero, pero los que estaban a cargo del experimento lo ignoraron, diciendo: "No nos molestéis con hechos; nuestro modelo lo sabe mejor". En este ejemplo vemos como la ciencia puede derivar en cientifismo, y convertir su mapa del mundo en el mundo .
El cientifismo puede ser descrito más o menos como una combinación de positivismo lógico -que rechaza la especulación metafísica y sostiene que ninguna afirmación es significativa si no puede verificarse empíricamente- y materialismo, por el que entiendo, por supuesto, la doctrina filosófica de que la materia es la única realidad. (...)
Ignorar la complejidad es, generalmente, una de las características de las ideologías, y sin duda la razón principal de su éxito. Su perspectiva simple y literalista nos promete la liberación de la duda, de la ambigüedad, de la dificultad. Las ideologías se concentran en una única imagen que encarna su lado parcial de la verdad de una forma tan impresionante que paraliza la imaginación del discípulo y la cierra a cualquier otra posibilidad. "Los hechos que no se ajustan, simplemente no son digeridos", escribe Mary Midgley. "Ejemplos de esas imágenes hipnóticas son la lucha de clases en el marxismo, la rata condicionada en el conductismo, el deseo sexual reprimido en el psicoanálisis, y el 'gen egoísta' en sociobiología."
Igual que los dáimones se polarizaron en ángeles y demonios literales, así el literalismo polariza una visión del muno imaginativa y ambigua en ideologías opuestas, cada una de las cuales cree estar en el lado de los ángeles y demoniza a la otra. El comunismo demoniza al capitalismo y viceversa. Los cristianos fundamentalistas demonizan a los neodarwinistas y viceversa. Aunque una ideología cree que ha triunfado sobre su oponente, sigue acosada por los dáimones desde dentro; el capitalista teme a "los rojos que hay bajo la cama", el comunista ve "traidores de clase" por todas partes, el fundamentalista cristiano ve la mano de Satanás en las actividades más inofensivas. Las ideologías propenden al fanatismo porque están cargadas inconscientemente con los dáimones que han negado y los mitos que han repudiado. Están en poder de la sombra proyectada por su propia certeza, como los célebres viejos puritanos cuya negación de la sexualidad los llevó a ver desenfreno en todas partes.
Incluso el liberalismo, que se jacta de tolerancia, puede demonizar creencias que parecen, por ejemplo, autoritarias. Aun reconociendo su deuda ética con el cristianismo, el liberalismo rechaza sus categorías más desafiantes: el pecado debería ser tratado con psicoterapia, la desesperación espiritual con antidepresivos. Esa criatura oximorónica -el liberal fanático- ve la "incorrección política", como las obras de Satanás, en todas partes; y no admite ningún valor fuera de su propio humanismo secular.


Lecturas:

Patrick Harpur, El fuego secreto de los filósofos. Atalanta 2006


Entradas relacionadas:

 Tu horizonte

Mundus Imaginalis

Doble Visión

El Libro de Job de William Blake

La tierra baldía


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8 comentarios:

mimor dijo...

Muy bueno, gracias!

Yo como del cubo de la
basura todo el tiempo.
El nombre de este
basurero es Ideología.
La fuerza material
de la ideología...
me impide ver lo que estoy
comiendo efectivamente.
No sólo estamos esclavizados
por la realidad.
La tragedia de nuestro dilema...
en el interior de
la ideología es que...
cuando creemos que escapamos
a nuestros sueños...
en ese momento nos encontramos
en la ideología.

http://www.cultmoviez.info/19545/perverts-guide-ideology.html

Jan dijo...

Sí, mimor, se descubre cierta sintonía entre este texto de Harpur y el guión del filósofo Slavoj Zizek para el documental "The Pervert's Guide to Ideology" (Guía ideológica para pervertidos) del que procede la cita que nos dejas. También fue publicado en la Web "Naranjas de Hiroshima" el pasado mes de abril, donde se puede ver de forma libre con subtítulos en castellano junto a un interesante artículo de presentación:

http://www.naranjasdehiroshima.com/2014/04/the-perverts-guide-to-ideology.html

Muy interesante documental que también recomiendo a los lectores de Fragmentalia.

Muchas gracias por tu aportación y bienvenido a este espacio.

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M.A.O dijo...

Cuando el alma es la que mira, en lugar de los ojos...entonces acontecen lo bello, lo mágico, la posibilidad, la luz. Aún cuando allí mismo estén las sombras, la fealdad, lo prosaico, la imposibilidad, la barrera. Cuando la mirada es propiamente la de los sentidos, entonces no hay opción, sólo observamos desde el punto exacto donde estamos situados en esta parte del universo que nos ha tocado ...¿en suerte?... Las visiones parcializadas, exentas de la posibilidad de escisión, que encierra la acción empática de "ponerse en los zapatos de la otra perspectiva" propenden a una oclusión de la propia mirada, sería algo así como mirar el mundo a través de la mirilla de una puerta, detrás de pesados cortinados o encerrados en una habitación con un solo espejo que nos devolvería siempre las imágenes que vemos con nuestros propios ojos. Si es la imaginación la que toma las riendas entonces - me he quedado prendada de esa magnífica frase del primer párrafo-, que has incluido en este interesantísimo post: "la imaginación nos separa de la mortalidad mediante la inmortalidad de la belleza..."

Un gran abrazo, querido Jan!!!

Moisés dijo...

La literalidad conduce a la estrechez de miras y ese es un mal que aqueja a nuestra sociedad. No hay cosa que más odie. Es muy interesante esta teoría de la doble visión, ver, sí, pero también ver a través. Compadezco a las personas que no ven las metáforas, que se conforman con creer que el sol es sólo el sol, una bola de fuego que arde camino de consumirse. Y no creo que nada de esto tenga que ver con la racionalidad o la lógica, porque cada visión tiene un camino diferente, enriquecedor en su ámbito.

Por otro lado, no creo que el cientificismo sea un problema en esta época. Ya que la ciencia está arrinconada en los laboratorios o los departamentos universitarios. No existen intelectuales, no hay guías. Hemos olvidado la importancia de la filosofía. El mundo se rige por modas pasajeras y todo es pragmatismo, iPhones y bolsos de Prada.

Un abrazo.

Jan dijo...

Mabel, un lujo contar con tus comentarios llenos de sensibilidad poética. Si hay algo que puede mejorar a las personas y al mundo es esa forma de ver más allá de la sombra que proyectamos en nuestro entorno.

Muchas gracias querida, un enorme abrazo.

Jan dijo...

Hola Moisés, hay voces muy interesante que desde el mundo de la ciencia (que no del cientifismo) plantean debates filosóficos muy interesante. Todo un premio Nobel de la física como Erwin Schrödinger, muy influido por la mística de Oriente, escribió cosas como esta:

"...De modo que la vida que cada uno de nosotros vive no es meramente una porción de la existencia total, sino que en cierto sentido es el todo; únicamente, que ese todo no se deja abarcar con una sola mirada. Eso es lo que, como sabemos, expresa esa fórmula mística sagrada de los brahmines, que es no obstante tan clara y tan sencilla: Tat twan asi, eso eres tú. O también, lo que significan expresiones como: “Yo estoy en el este y en el oeste, yo estoy encima y debajo, yo soy el mundo entero.” Podemos, pues, tumbarnos sobre el suelo y estirarnos sobre la Madre Tierra con la absoluta certeza de ser una sola y misma cosa con ella y ella con nosotros."

Sería la idea apuntada también aquí por Harpur de que nuestra alma y el alma del mundo (anima mundi) forman una unidad.
Pensamiento en oposición con los planteamientos del cientifismo materialista que rechaza toda especulación metafísica. Dediqué una entrada a este pensador entre la ciencia y la mística:

http://barzaj-jan.blogspot.com.es/search/label/Erwin%20Schr%C3%B6dinger

Abrazos

hiniare dijo...

Hará un año o así que me lancé a leer todos los libros que encontré de Patrick Harpur. Es fantástico cuando alguien se dedica a recoger sabiduría de todas las épocas y la hilvana en unas reflexiones que dan mucho que pensar. Hacer pensar me parece uno de los mejores oficios del mundo.

Últimamente estoy algo cansada de luchar contra ese pensamiento único, quizá la gente de la calle no sabe lo que es el cientifismo, pero es lo que da forma a la idea del mundo actual, y una se siente como profeta en el desierto, clamando sobre que las cosas son algo más de lo que son, sin recibir más que una ligera conmiseración. Buf, qué aburrido es el reino de lo literal.
h.

Jan dijo...

Hola hiniare, veo que quedaste aptrapada por las lecturas de Harpur igual que yo. Hace ya años descubrí "El fuego secreto de los filósofos" gracias a la editorial Atalanta. Anteriormente había publicado "Realidad daimónica" (sobre el que tengo algo en preparación) al que le seguiría "La tradición oculta del alma", del que también publiqué algún fragmento en otra entrada. Me uno a tu reconocimiento a este autor por su trabajo de rastrear las huellas de una sabiduría perenne y exponerla de forma tan sugerente y atractiva a lectores contemporáneos. Valga también el reconocimiento a Jacobo Siruela, el editor que a puesto el empeño en divulgar su obra dirigida a un público minoritario en nuestra lengua.

Abrazos